El uso de un torno robotizado en un taller de mecanizado supone un ahorro de tiempo y de mano de obra, además de que los resultados obtenidos son más precisos y de calidad en comparación a los que se consiguen con un torno manual. El torno manual requiere más trabajo por parte del operario y el tiempo de producción no es tan rápido como con un torno robótico. Pero, ¿qué es y cómo funciona un torno robotizado?
¿Qué es un torno robotizado?
Los tornos, en general, sean manuales o robotizados, se utilizan para dar forma a piezas de metal a través de distintos procesos, siendo el más común el mecanizado por arranque de virutas. Un torno también es capaz de hacer agujeros, cortes, ranuras y desbastar y cilindrar distintos materiales. El que en el torno se puedan trabajar materiales de todo tipo (acero al carbono, acero inoxidable, aluminio, etcétera), supone una gran ventaja para la industria metalmecánica.
La automatización de las máquinas herramientas, entre ellas el torno y la fresadora, ocurrió a finales del siglo XIX. Estas máquinas se perfeccionaron en la primera mitad del siglo XX y prácticamente existen desde que los ordenadores fueron inventados. De hecho, la primera fresadora automática (que funciona también mediante CNC) apareció en la década de los 50 en Massachusetts, Estados Unidos. Desde entonces, la tecnología CNC se fue abriendo camino hasta posicionarse como una de las más importantes y utilizadas en la metalmecánica.
El torno robotizado, a diferencia del torno manual, no requiere gran trabajo por parte de un operario, ya que el propio operario puede manejar distintas máquinas de forma simultánea. El torno robotizado funciona a través de control numérico CNC; es decir, a través de un ordenador. Para que el torno robotizado funcione, es necesario el lenguaje conversacional CNC, procesado mediante programas computacionales.
Para empezar, se diseña la pieza a trabajar en un ordenador, con el programa CAD (generalmente AutoCAD); después, el diseño obtenido se procesa en lenguaje conversacional CNC a otro programa, el CAM. Este software lee y procesa los datos del CAD y los traduce en una serie de comandos que el torno robotizado aplica directamente sobre la pieza a mecanizar. El operario únicamente tiene que ordenar al torno que siga una serie de bloques y patrones, cargar la pieza en la máquina, ajustarla y accionar el torno.
Los tornos robotizados pueden tener uno o varios husillos. Los primeros se emplean para mecanizar piezas pequeñas que son sujetas a varios procesos de producción hasta obtener un resultado final. Se caracterizan porque el husillo cambia de posición varias veces y trabaja a diferentes velocidades, hasta conseguir el resultado deseado sobre la pieza.
Ventajas del torno robotizado
La función principal del torno robotizado es mecanizar piezas de distintos materiales. Aquí, por ejemplo, se pueden roscar, agujerear, cilindrar, desbastar, ranurar, cortar, trapeciar, lijar y pulir piezas de distintos materiales y sin importar la forma geométrica de los mismos. En un torno robotizado se pueden trabajar aceros de varios tipos, pero también soporta el mecanizado de plásticos como el nailon.
Una de las ventajas del torno robotizado es que no requiere gran presencia por parte del operario. La alimentación de las piezas se hace de manera automática, aunque el operario tiene que dejar los materiales al alcance del torno o ser él quien haga la carga y el ajuste de la misma al plato de agarre del torno. De hecho, en el mercado ya es frecuente encontrar brazos robóticos que se adaptan al torno y se encargan de recoger las piezas a trabajar y colocarlas directamente en el torno. Estos robots pueden trabajar durante largos períodos de tiempo y optimizan los tiempos y costes de producción.
Esto no ocurre, por ejemplo, con el torno manual. Aquí, el tiempo de mecanizado de las piezas suele ser mucho más elevado, además de que requiere la presencia del tornero, que es quien ejecuta todo el trabajo. Para el operario, un torno manual supone mayor esfuerzo físico y menos tiempo para realizar múltiples tareas. Pero, ¿se requiere un experto para utilizar un torno robotizado? Los tornos CNC requieren que el operario aprenda el manejo del mismo, pero se trata de una tarea bastante sencilla; así que un tornero de máquinas manuales puede, fácilmente, prepararse para utilizar un torno por control numérico.
Otra de las ventajas del torno robotizado frente al torno manual es que el resultado de los primeros es de mayor calidad; un torno robotizado trabaja con mayor precisión, por lo que las piezas generalmente quedan listas y no es necesario aplicar un proceso para pulirlas, como sí ocurre con el torno manual. Además, el torno robotizado es capaz de gestionar mejor los residuos, a diferencia del torno manual. Es decir, en un torno que funciona por control numérico, no se generan tantos desperdicios, lo que supone un ahorro en la producción.Por último, este tipo de tornos cuentan con ejes que permiten que se mecanicen múltiples piezas de metal de forma simultánea, pero que sigan el mismo patrón. Es decir, piezas iguales. Esto no ocurre con el torno manual.