La fabricación aditiva es una nueva forma de producir piezas u otro tipo de elementos mediante un sistema en el cual el material, ya sea metal o plástico, se coloca capa a capa de una forma pautada allí donde se necesite. Se trata de una técnica en la que se producen, sobre todo, formas geométricas personalizadas. Normalmente es conocida como impresión 3D.
Ventajas de la fabricación aditiva
Cada vez son más los sectores que apuestan por la fabricación aditiva. La razón es que si esta se compara con el diseño que se elabora a partir de la fabricación tradicional, la primera destaca por no necesitar procesos intermedios para llegar al objetivo final, como es la producción de utillajes. La principal consecuencia es que las piezas se obtienen hasta un 90% más rápido. Además de lo anterior, la máquina solo necesita la cantidad exacta de material que la pieza final va a llevar. Por este motivo, no se produce ningún tipo de desecho mediante esta técnica, el coste de producción es menor y se crean elementos de una forma más sostenible.
El auge de este tipo de fabricación
La fabricación aditiva cada vez es más popular y está siendo más utilizada debido a la precisión, la rapidez y el ahorro que proporciona. Además, son muchas las empresas que pueden beneficiarse de ella, independientemente de que se dediquen a sectores como el de la industria aeroespacial o el de la salud. Tanto es así que gracias a este tipo de máquinas se pueden obtener piezas para crear aeronaves que llegan a soportar setecientos grados de temperatura o implantes personalizados dependiendo de las necesidades de cada paciente.
Asimismo, hay que destacar que se trata de una técnica cuyo proceso de crecimiento no tiene límites debido a su enorme potencial. De este modo, además de los sectores descritos anteriormente, también se puede decir que las fábricas de muebles, las joyerías, la industria textil, las jugueterías o la automoción, entre otros muchos negocios, también apuestan por la fabricación aditiva.
Las tecnologías de la fabricación aditiva
Cada empresa tiene unas necesidades distintas: todo dependerá del sector al que pertenece y su actividad. De este modo, hay que señalar que cada una de ellas trabajará con una tecnología u otra dentro de la fabricación aditiva. Esto dependerá, por ejemplo, de la funcionalidad de las piezas, de si se quiere crear a partir de aleaciones metálicas o de si se prefieren los polímeros. A día de hoy, las principales tecnologías para la fabricación aditiva son:
- Powder Bed Fusion o fabricación aditiva por fusión de lecho de polvo: esta se basa en depositar una capa de material en polvo en el espacio en el que se está desarrollando el trabajo con el fin de fundirla de una forma selectiva con un haz de electrones (EBM) o un láser (SLM).
- Fused Deposition Modeling o modelado por deposición fundida: se trata de una tecnología mediante la cual un filamento de plástico se calienta y se deposita de forma coordinada en el punto concreto en el que se va a trabajar con él. Todo ello se hace mediante una boquilla de calibración en estado fundido antes de que se enfríe y, por lo tanto, se solidifique. Este sistema se desarrolla a partir de las indicaciones de un ordenador, el cual manda las órdenes de movimiento vertical de la mesa y horizontal de la boquilla para conseguir los resultados esperados.
- Material Jetting: este sistema trabaja mediante la deposición selectiva de una fusión de gotas y de un material fotopolímero sobre la base en la que se va a trabajar. Este hecho permite elaborar diversas capas en una sola pasada. Posteriormente, se busca su curado y su solidificación a través de una luz UV.
Diferencias entre fabricación aditiva e impresión 3D
Aunque por norma general se trata de un mismo concepto, hay que destacar que estos dos términos no se usan siempre con el mismo fin. De este modo, la impresión 3D suele ser más sencilla, pudiéndose llevar a cabo incluso en casa. Asimismo, es más económica y más limitada. Normalmente, la impresión 3D se utiliza para crear piezas de cera o de plástico, como juguetes, figuras decorativas o carcasas de teléfono, entre otras opciones
Por otro lado, la fabricación aditiva es más propia de la creación industrial, obteniendo de ella elementos más especializados y profesionales. Por ello, se pueden trabajar otro tipo de materiales, como los metales y, además, se pueden desarrollar procesos más complejos. De este modo, la fabricación aditiva es perfecta para usar dentro de:
- El sector médico: para crear instrumentos quirúrgicos, implantes o modelos anatómicos.
- El ámbito industrial: para fabricar moldes o herramientas de trabajo concretas.
- El sector aeroespacial: para diseñar piezas finales o prototipos funcionales.
De este modo, dependiendo de la actividad empresarial que se lleve a cabo, se optará por la impresión 3D o por la fabricación aditiva.