El mecanizado es el proceso de fabricación de piezas de la industria metalmecánica más importante. Gracias a este procedimiento es posible crear piezas que se distribuirán al resto de industrias (manufacturera, automotriz, aeroespacial, etcétera) para la elaboración de productos. El área de mecanizado dentro de un taller, sin embargo, juega un papel esencial para que estos trabajos puedan realizarse con éxito.
¿Qué es el mecanizado?
Los mecanizados son el tipo de trabajos que se realizan en la industria metalmecánica y consisten en la transformación de materia prima en piezas y partes que se distribuyen al resto de industrias. Hoy en día existen tres tipos diferentes de mecanizados: con arranque de viruta, sin arranque de viruta y por abrasión.
Mecanizado con arranque de viruta
Al primer grupo pertenecen los trabajos que se realizan en máquinas herramientas como tornos y fresadoras. Estos equipos utilizan herramientas de corte (brocas, fresas, buriles, etcétera), que al acercarse a la superficie de la pieza a trabajar, arrancan el material sobrante de la misma para conseguir el diseño y forma deseados. El material que se quita se desprende en forma de pequeñas láminas de diferentes tamaños y grosores a las que se les denomina virutas.
A su vez, los procesos de mecanizado por arranque de viruta pueden clasificarse en:
- Desbaste: en este tipo de trabajo se produce la eliminación de mucho material, pero con poca precisión.
- Acabado: con esta técnica se elimina poco material, pero con gran precisión. Este tipo de mecanizado se emplea como proceso final para dar un mejor acabado superficial a la pieza.
Sin arranque de virutas
El mecanizado sin arranque de virutas, al contrario que el mecanizado anteriormente descrito, no utiliza herramientas de corte que produzcan desechos de materiales. Este tipo de trabajos puede ser practicado por máquinas como las prensas, que únicamente hacen procesos de conformado y deformación de placas de metal. Es decir, la pieza no sufre cortes, simplemente una transformación. A este grupo también pertenecen técnicas muy avanzadas como el corte por láser y por chorro de agua en las que, aunque sí se corta la pieza, no se produce ningún desperdicio material. La forja y la soldadura también son parte del mecanizado sin arranque de virutas.
Mecanizado por abrasión
Por último, los mecanizados por abrasión se realizan en las rectificadoras. Estas máquinas funcionan con una herramienta llamada muela abrasiva; como su nombre indica, los materiales abrasivos de la muela desgastan la superficie de la pieza a mecanizar sin producir ningún arranque de virutas. Este tipo de mecanizado es complementario a otros procesos como el torneado.
Optimización del área de mecanizado del taller
No solo las máquinas y sus herramientas de corte son indispensables para realizar un mecanizado adecuado. Además de utilizar los procesos específicos para trabajar una pieza y valerse de las herramientas necesarias, el área de mecanizado dentro del taller también es importante. Un taller debe contar con el suficiente espacio para colocar las máquinas herramientas necesarias para el trabajo; así, por ejemplo, una prensa es una máquina de gran envergadura que requiere de un espacio adecuado, pues las piezas a mecanizar en la misma (las placas de metal) son de gran tamaño.
Por el contrario, las fresadoras verticales y, en general, todas las máquinas que se rijan por un eje de verticalidad, no requieren de gran espacio longitudinal. En este tipo de máquinas, el movimiento que se realiza es ascendente y descendente; en las máquinas horizontales como los tornos paralelos el movimiento siempre es horizontal, a lo largo de la bancada.
Pero el área de mecanizado no solo constituye el espacio en el que se colocarán las máquinas herramienta, sino la forma en la que se dispondrán las mismas. Para optimizar el taller, y dependiendo del tipo de mecanizados que se hagan en el mismo, es aconsejable poner a las máquinas en circuito; es decir, siguiendo un orden que permita facilitar el trabajo de los operarios. Esto se aconseja, sobre todo, para las fábricas donde se producen modelos limitados de piezas a gran escala.
Seguir una planificación adecuada también puede ser de gran ayuda en el taller. Esto contribuye no solo a una mejor organización, sino a lograr mayor eficiencia por parte de las máquinas y de los operarios. Por eso es recomendable llevar un control y un calendario de trabajo que permita entregar las piezas al cliente en el plazo indicado.
El área de mecanizado de la máquina
Por último, el área de mecanizado también comprende la parte de la máquina sobre la que se realiza el proceso de creación de la pieza. El área de mecanizado está formada por la mesa, la bancada y el cabezal. Cada máquina herramienta es diferente y opera según el proceso de mecanizado que en ella se realice. Dentro de los procesos de mecanizado anteriormente descritos, el que se realiza por arranque de viruta es el que supone un mayor cuidado del área de mecanizado.
Como ya hemos descrito, el arranque de virutas produce desechos de diferentes tamaños y grosores que se quedan alojados en la bancada de la máquina. De no limpiarse de forma periódica, la acumulación de virutas puede producir fallos en los equipos.
Seguir un plan de mantenimiento de las máquinas es necesario para mejorar el rendimiento y la vida útil de los equipos. Cada máquina herramienta cuenta con su propia estrategia de mantenimiento; esta puede ser semanal (donde se incluye la limpieza del área de mecanizado); mensual, semestral o anual. La limpieza del equipo y la eliminación de las virutas puede realizarla el propio operario, valiéndose de un cepillo específico.